Valderrobres es una pequeña localidad de apenas 2.500 habitantes en la provincia de Teruel, que ha sufrido gravemente las consecuencias de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Quizás de las más destacadas, han sido las provocadas en su residencia de ancianos: 60 residentes y 36 sanitarios y 45 positivos detectados en un día, escasez de habitaciones individuales para poder hacer aislamientos, 13 ancianos fallecidos, y más de media plantilla de sanitarios contagiados.
Su alcalde, Carlos Boné, ha sido nuestro invitado hoy a ‘Sanará Mañana’ debido a su hazaña como enfermero ante esta crisis: tras seis años sin ejercer como enfermero, y habiéndose especializado en pediatría, en el pasado mes de abril se incorporó como sanitario a la plantilla de esta residencia para hacer frente al COVID-19 durante casi 20 días. Se aisló de su familia, delegó en sus compañeros del ayuntamiento las tareas necesarias a realizar por la administración, y animó y acompañó a todos los ciudadanos.
En el programa nos ha contado como han vivido en el pueblo de Valderrobres la crisis desde el minuto uno, dándonos una pequeña fotografía de lo que es enfrentar una crisis como esta desde el medio rural. Hemos hablado de las mayores dificultades encontradas, de los medios de los que disponían, de la lucha por encontrar y hacer test fiables a toda la población, de los miedos, las incertidumbres, y sobre todo, Carlos ha destacado la colaboración de todos sus ciudadanos para salir adelante.
“Removimos cielo y tierra para conseguir materiales. La verdad que para todo todo el mundo se volcó, asociaciones, vecinos, voluntarios… Hicimos un llamamiento para pedir personal, ya que la mayoría estaban contagiados, y hubo momentos en los que, bueno, pues una fisioterapeuta del municipio se ofreció para entrar a trabajar, también una estudiante de medicina…las primeras semanas lo tuvimos que cubrir con lo que teníamos y con la voluntad y el empuje y generosidad de la gente. Si algo se puede sacar de bueno de esta crisis, es la solidaridad y generosidad de la gente y del personal que sigue trabajando en la residencia.”
Carlos nos ha contado como ha sido incorporarse como sanitario en la residencia tras tantos años sin ejercer, sin ser incluso especialista en este área, y cómo la ayuda de sus compañeros fue clave para poder desenvolverse y aprender todo sobre la residencia en tiempo récord. Nos ha contado diversas iniciativas llevadas a cabo no sólo por el ayuntamiento sino por los propios vecinos para enfrentar esta crisis, cómo se han ayudado unos a otros y han aportado sus conocimientos y herramientas en la medida que ha podido todo el mundo.
Hemos hablado de las necesidades en sanidad en crisis como esta, de la importancia de mantener una calidad y un rigor en la protección de nuestros profesionales y de las graves consecuencias que hemos visto que puede tener si no es así. La peripecias para conseguir test, mascarillas… Cómo organizaron la residencia para evitar contagios y aún así cómo les sorprendieron tantos casos asintomáticos y las complicadas situaciones derivadas de ello.
Desde luego ha sido un ejemplo de superación, y es una historia, la de este municipio, como la de tantos otros en nuestros país y en el mundo entero, que se tiene que conocer para que no se vuelva a repetir.
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Precisamente, además de Frecuencia Enfermera, otros medios, incluso medios internacionales, se han hecho eco de cómo en el medio rural en España se está haciendo frente con uñas y dientes ante esta pandemia, de la lucha de los sanitarios, y de sus poblaciones, y están quedando reflejadas en artículos como este del New York Times, cuyos reporteros coincidieron en Valderrobres en el momento de mayor auge de contagios.
La comedia romántica de una enfermera, en ‘Sanará Mañana’