La polivalencia y transversalidad de la fisioterapia son algunas de las cualidades que la caracterizan. El papel que juega esta disciplina en la mejora de la calidad de vida de los usuarios es incuestionable, aunque existen patologías donde su prescripción estaba contraindicada. Nos referimos, concretamente, a la hemofilia. Esta dolencia se refiere a la ausencia total o parcial de uno de 13 factores de coagulación de la sangre, lo que incrementa la detención de posibles hemorragias. Las más perjudicadas son las articulaciones, por lo que la fisioterapia tiene mucho que decir.
En el programa 89 de ‘Sanará Mañana’ recibimos a Rubén Cuesta Barriuso, doctor en Fisioterapia y paciente de hemofilia quien arroja media hora de luz con nosotros a cerca de esta desconocida y beneficiosa relación.
“Si vemos una radiografía de un paciente con hemofilia severa con 18 años y un paciente con artrosis de 80, no hay diferencias prácticamente entre ese paciente de geriátrico y el joven que padece hemofilia”. Con estas declaraciones, Rubén nos acerca los estragos que la hemofilia puede causar a quienes la padecen y deja entrever los efectos positivos que las terapias fisioterapéuticas pueden suponer.
Su abordaje de la enfermedad desde una perspectiva investigadora, le permitió destronar algunos mitos. La terapia manual, contraindicada expresamente para personas con hemofilia, resultó no ser perjudicial, tal y como demostró en su Trabajo Final de Máster y, posteriormente, en las investigaciones que realizó para obtener el título de doctorado. “Las enfermedades más raras tienen en común la necesidad de protocolizar con el objetivo de que los métodos sean seguros. A día de hoy, ya sabemos que la terapia manual nos permite emplear técnicas seguras y eficaces para estos pacientes”. Hablamos con Rubén de cómo se organizan y programan estas terapias, de las distintas etapas en la vida del paciente donde más adhesión al tratamiento tienen y en las que menos, y cómo todo influye en la calidad de vida que puedan tener durante más años.
No es la única percepción que ha cambiado con la investigación en esta área de la salud, a la que Rubén también contribuye. El deporte ha pasado de ser un enemigo para quienes padecen hemofilia a ser uno de sus grandes aliados. Anteriormente, “la prescripción médica para las personas con hemofilia era el reposo absoluto”. Sin embargo, hay disciplinas deportivas como la natación, muy beneficiosas como nos cuenta Rubén en la entrevista, ya que el impacto sobre las articulaciones es menor que en otras modalidades.
Rubén continúa su andadura profesional como ayudante de doctor en la Universidad de Oviedo donde imparte la asignatura de terapia manual, disciplina que compagina con el área de investigación, y nos cuenta a futuro en qué proyectos le gustaría continuar.
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